Es común que los emprendedores manejen negocios informales. Sin embargo, formalizar tu negocio lleva consigo una serie de ventajas que debes conocer.
Te ayuda a respaldar los ingresos de tu negocio.
Al formalizar tu negocio, podrás respaldar todos los ingresos que percibas y eso te evitará un problema que tienen la mayoría de los emprendedores informales: el desbalance patrimonial.
Cuando hay desbalance patrimonial, es probable que SUNAT te notifique y te cuestione la actividad que realizas, debido a que hay ingresos que no tienen justificación dentro de tu patrimonio.
Te ayuda a mejorar la reputación de tu negocio.
No es lo mismo entregar una cotización como persona natural, que entregar una cotización como empresa. Si bien es cierto que hay muchos profesionales que prefieren trabajar con una persona natural o con un profesional independiente, formalizar tu negocio va a influir en tu reputación.
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En caso de que trabajes con clientes de la Unión Europea, debes considerar que son clientes más exigentes en cuanto a reputación. Entonces, van a buscar proveedores que tengan peso dentro del mercado y que tengan mayor soporte jurídico para asegurarse de que es una relación comercial segura.
Asimismo, se aseguran de que al momento de declarar el pago de la relación comercial dentro de los tributos que pagan mensualmente, no van a tener ningún tipo de problemas.
En ese sentido, si trabajas ya con clientes extranjeros o si, en su defecto, quieres internacionalizar tu negocio, te recomiendo formalizar tu negocio, porque tener un negocio que cumpla con los requisitos legales tiene mejor reputación en el mercado.
Por otro lado, es evidente que formalizar tu negocio te permitirá llegar a mejores clientes.
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Te aseguras de blindar tu patrimonio personal.
Al formalizar tu negocio y constituirlo en una persona jurídica, si algo llega a salir mal, esa responsabilidad no va a caer en tu patrimonio personal, sino que recae en el patrimonio de la persona jurídica.
Esto se debe a que surge un patrimonio diferente al tuyo, que corresponde únicamente a tu empresa. Y si los acreedores que puedas tener quieren cobrarte una deuda, solamente pueden cobrarla de ese patrimonio de la empresa.
Obtienes mayores beneficios tributarios.
Si formalizas tu negocio, tendrás mayores beneficios tributarios que si declaras como persona natural. Esto es especialmente para aquellos emprendedores que han llegado a cierto nivel de facturación.
Al tener tu empresa constituida legalmente, vas a poder usar recursos legales que te van a facilitar la reducción considerable de impuestos.
Lo mejor de esto, es el costo de formalizar tu empresa no representa ni el 1% de los beneficios que podrías conseguir al constituirla conforme a la Ley.
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Te esfuerzas para conseguir mejor rentabilidad.
Cuando tienes un negocio jurídicamente constituido, te vas a esforzar muchísimo más en obtener mejor rentabilidad para poder optimizar tus costes, debido a que una estructura legal requiere de cierto mantenimiento mensual.
Si bien es cierto que debes tener en cuenta que, al menos, necesitarás un contador, pagar impuestos a SUNAT y cumplir con ciertos requisitos legales, es recomendable que tengas formalizado tu negocio digital.
Todo eso te va a permitir tener metas financieras y que seas más exigentes al cumplirlas, porque vas a buscar estar en constante crecimiento.
El aspecto tributario es un juego de ajedrez, así que mientras más ingresos tienes, mayor va a ser tu disposición para reducir la base imponible, siempre y cuando tengas como meta reducir impuestos dentro del marco legal.
Si tu objetivo es formalizar tu negocio y no pagar impuestos, pues lo mejor será que te mudes a un paraiso fiscal donde las obligaciones fiscales sean bajas.
Bueno esto ha sido todo por hoy, te mando un fuerte abrazo y nos vemos en el próximo post. Por cierto me olvidaba, gracias por haberte paseado por aquí, me gustaría saber ¿Qué te pareció el post de hoy? cuéntame en los comentarios que estaré al pendiente de ellos para responderte.
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